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Los estudiantes de Puerto Rico merecen nuestro mejor esfuerzo

Por: Carlos R. Rodríguez Silvestre
Director ejecutivo
Fundación Flamboyán- Oficina de Puerto Rico

 

(Columna publicada en El Nuevo Día el 29 de abril de 2020)

El Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR) anunció la semana pasada su decisión de terminar el año escolar a principios de mayo debido a la pandemia del COVID-19. El aprendizaje a distancia finalizará el 8 de mayo, los maestros entregarán las notas finales el 15 de mayo y las familias matricularán a sus hijos para el próximo año escolar que comenzará en agosto. Todos los estudiantes – sin importar las notas que hayan obtenido pasarán al próximo grado. Esto nos deja con varias interrogantes, ¿qué puede hacer el Departamento de Educación para garantizar que TODOS los estudiantes estén listos para comenzar el año en el próximo grado, y cómo puede ayudar a los educadores y a los estudiantes a terminar el curso de manera exitosa?

Si el DEPR está realmente comprometido con el plan que anunció, debe llevarlo a cabo con el mayor de los cuidados. Los niños y las familias deben estar al centro no solo de lo que esté contenido en esos planes, sino también en cómo se implementan para asegurar que los estudiantes estén lo más preparados posible para comenzar el próximo año escolar con el pie derecho. Estas acciones deben comenzar inmediatamente y considerar lo siguiente:

Acceso a alimentos ahora mismo: La inseguridad alimentaria en Puerto Rico es una dura realidad. Con las escuelas cerradas, los estudiantes y las familias que dependen de las comidas que se sirven en los comedores escolares no las están recibiendo. A pesar de que el DEPR ha donado más de 364,000 libras de comida a organizaciones sin fines de lucro, la cantidad de comida y su distribución no es suficiente. 364,000 suena a una gran cantidad, pero esto equivale a solo siete días de comida por estudiante y no hay evidencia de que la comida les esté llegando a los estudiantes ni a las familias que deberían estar recibiéndola. Se han asignado casi $9 millones semanales para proveerles a los estudiantes 2 comidas al día. El DEPR tiene la responsabilidad de garantizar que los casi 300,000 estudiantes que dependen de estos alimentos y que actualmente sufren por la inseguridad alimentaria reciban la comida a la que tienen derecho. El acceso a la comida es un derecho humano básico y el gobierno tiene que cumplir con su obligación.

 

Planes detallados para este verano y el próximo año escolar:

Nuestros estudiantes, algunos de los cuales ya han perdido más de la mitad del año escolar, se encuentran en riesgo de tener rezagos académicos permanentes. Hay estudios que demuestran que, bajo circunstancias normales, los estudiantes de escuela elemental pierden en el receso de verano aproximadamente un 20% de lo que alcanzaron en el año en las destrezas de lectura y un 27% de lo que aprendieron en Matemáticas. No hay duda de que estos rezagos se exacerbarán debido al fin temprano del año escolar, además del tiempo lectivo que se perdió debido a los terremotos a principios del semestre.

Para darles a los estudiantes un buen comienzo y hacer que el aprendizaje continuo sea posible, el DEPR debe crear, compartir e implementar un plan comprehensivo que establezca cómo los estudiantes regresarán a las escuelas y que incluya una reformulación de los apoyos académicos, avalúos y desarrollo profesional para maestros. Además, este plan debe incluir estrategias para mejorar la educación a distancia, re imaginar los ambientes de aprendizaje en persona y evaluar oportunidades de aprendizaje durante el verano de 2021.

En la medida en que los estudiantes se preparan para pasar al próximo grado, es esencial que se provea atención especial a darles apoyos académicos que vayan a la par con sus niveles de aprovechamiento actuales. El DEPR ha establecido que los primeros meses del año escolar se usarán para la remediación de destrezas básicas. Aquí hay un espacio de oportunidad para apoyar la preparación de los estudiantes empezando este verano, aunque no haya clases. Deben tomarse en consideración estrategias enfocadas en la equidad como tiempo lectivo adicional durante el semestre escolar y el próximo verano, mejores accesos a tecnología y participación familiar, entre otras.

Debe diseñarse, también, un plan de avalúo que ayude a los maestros a identificar el nivel en el que se encuentra cada estudiante. Las recomendaciones que se hagan para atender la pérdida o el aumento en aprovechamiento académico deben responder a estas evaluaciones para que se hagan a la medida de cada estudiante. Para que los estudiantes puedan cumplir con los estándares y expectativas de sus grados y puedan ser exitosos, debemos saber dónde están – especialmente en las áreas de lectura y matemáticas – tan pronto como sea posible una vez abran las escuelas.

Para que estas evaluaciones y apoyos académicos tan importantes puedan llevarse a cabo y ser significativos y útiles para los estudiantes, los maestros deben estar preparados para poder realizarlos. El desarrollo profesional de nuestros maestros es de suma importancia y debe comenzar tan pronto como este verano. En escuela elemental se le debe dar prioridad a la enseñanza de la lectura, para garantizar que todos los estudiantes estén leyendo al nivel que corresponde. También debe prestarse atención a las estrategias de avalúo e intervención para subsanar los rezagos académicos de los estudiantes. Además, los maestros necesitan apoyo continuo tanto para la enseñanza remota o a distancia como para su salud socio-emocional y la de sus estudiantes. Los impactos académicos y sociales de esta crisis de salud tendrán efectos que perdurarán más allá de la eliminación de las restricciones actuales y necesitamos que los adultos estén preparados para apoyar a los estudiantes.

Estamos viviendo tiempos difíciles. No existe una solución simple que nos ayude a sobrepasarlos. Sin embargo, el DEPR tiene ante sí la oportunidad de asumir estos retos con inclusión e innovación. Exhortamos al DEPR a que se crezca en esta ocasión y provea la mejor planificación, comunicación y apoyo posible a los estudiantes, las familias y los educadores. Se debe empezar a actuar ahora mismo para garantizar que TODOS los estudiantes tengan acceso a una buena educación que les asegure un futuro brillante. Los estudiantes de Puerto Rico merecen que el DEPR les dé lo mejor que tenga para ofrecerles.