Un año lleno de retos, pero a la misma vez especial porque muchos maestros y familias tuvieron la maravillosa oportunidad de apoyarse mutuamente.
Nació una gran familia en el momento más duro que les ha tocado vivir a muchos. Padres, madres, hermanos, abuelos y tíos dijeron presente, se comprometieron con la educación de sus pequeños y, al igual que los maestros, dieron la milla extra.
Aventurarse a explorar nuevas formas de comunicación fue un gran desafío, pero lo lograron. Cualquiera que fuera el medio, sirvió como puente para construir relaciones de respeto, confianza y admiración entre el personal escolar y las familias.
Grandes aprendizajes se llevaron de esa experiencia de educación a distancia. Los hogares se convirtieron en una sala de clases improvisada, y padres y maestros maniobraron para poder manejar diferentes responsabilidades al mismo tiempo.
Reinventaron la manera de enseñar y fueron sumamente creativos. Las habichuelas secas, los sobres de sazón y las piedritas del patio se convirtieron en fichas para aprender a sumar, restar y hacer patrones, entre muchas otras cosas.
Aplausos y más aplausos. El trabajo en equipo es una pieza clave para el éxito académico. Esto los hace merecedores de una medalla de oro.
Nadie tenía la experiencia para atender lo que le tocó vivir a esta generación de estudiantes. Fue fuerte para todos. Sin embargo, se llevaron el mejor modelaje; una comunidad de padres y maestros comprometidos con la educación.
Fueron educadores, consejeros, mediadores, entrenadores, consultores y amigos. En fin, toda una red de apoyo.
Anhelamos que este regreso a la escuela esté lleno de colaboraciones y que puedan continuar cultivando esas relaciones.
Mantengamos la buena práctica de trabajar en equipo. Hagamos que se convierta en un hábito.
Ilusionados y deseosos de regresar están nuestros niños. Eso habla muy bien del trabajo que hacen los maestros y del impacto que tienen en la vida de sus estudiantes.
Lograrán todo lo que se propongan porque son campeones.
Indiscutiblemente, este nuevo comienzo estará cargado de emociones, esperanzas y nuevos desafíos. Siempre recuerden que se tienen los unos a los otros. Son ¡una gran familia!
A todos ustedes que se esmeraron y lucharon contra las adversidades durante la pandemia, les extendemos nuestro más sincero agradecimiento. Definitivamente, siempre serán los héroes de nuestros niños. ¡GRACIAS!
Por Isabel Ponce Marrero
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