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Antes de que tus estudiantes entren nuevamente al salón, detente… mira a tu alrededor y pregúntate “¿cómo puede este espacio animar a mis estudiantes a leer y escribir?”.  La organización física del salón tiene múltiples beneficios.  Entre ellos, puede ayudarte a motivar a tus estudiantes, recordarles lo que han aprendido, fomentar destrezas sociales e incluso encaminarlos hacia las metas educativas trazadas (Habaci et al., 2013). Por ello, es importante que iniciemos el año preparando el espacio con intencionalidad para propiciar el aprendizaje y el desarrollo óptimo de los estudiantes.


Ubicación de tus estudiantes

Puede que durante el transcurso de este pasado año hayas acomodado tu salón de una forma y, en la marcha, te diste cuenta de que hay ciertos espacios que pudieras maximizar. ¡Este es el momento para repensarlo!

Observa la ubicación que tuvieron tus estudiantes. ¿Existe la posibilidad de acomodarlos en mesas? O, ¿solo cuentas con pupitres? Considera ubicarlos de manera no tradicional. Si cuentas con pupitres puedes agruparlos de diferentes maneras y formar:

  • una mesa redonda.
  • un semicírculo o herradura.
  • una doble fila de herradura.
  • pares o grupitos de cuatro.

 

Pensar la ubicación de tus estudiantes te concede anticipar maneras de propiciar el trabajo en grupos pequeños y la colaboración entre pares. De igual forma, posibilita aplicar otras estrategias que permitan a tus estudiantes recibir el apoyo que necesitan para desarrollarse en el ambiente educativo. Otro detalle que debes tomar en cuenta  al pensar en la ubicación de tus estudiantes, son sus necesidades especiales (ej. pérdida de audición, dificultad visual). Estos estudiantes deben estar ubicados en espacios con buena iluminación, donde haya mínima distracción y lejos de equipos que emitan ruidos. Hacerlo, le dará a esta población un mayor sentido de inclusión. Además, tener los materiales organizados y accesibles, posibilita un ambiente cómodo que les permite mantenerse enfocados (Guardino & Antia, 2012).

Recuerda que continuamos cuidándonos del Covid-19 y para eso es importante que, al ubicar a tus estudiantes, mantengas algunas prácticas para reducir el contagio. Por ejemplo, mantén distancia entre los pupitres y/o mesas de trabajo, reduce la cantidad de estudiantes por grupo en mesas, marca con una X espacios donde los estudiantes no puedan sentarse para mantener el distanciamiento, entre otras opciones.

 

Espacios intencionales para la lectoescritura

Otro detalle fundamental, es designar espacios para nutrir los procesos claves de la lectoescritura: escribir, leer, escuchar y hablar (Saéz et al., 1999). En tu salón, ¿tienes áreas dedicadas para que los estudiantes trabajen estas competencias y conocimientos? Este es el momento para repensar estos espacios y ver de qué manera pueden existir en tu aula. Designa lo siguiente:

  1. un rinconcito de lectura con un librero o canastas con libros para que tus alumnos puedan explorar y leerlos de forma independiente.
  2. un lugar en donde tengas disponibles materiales de escritura como, por ejemplo, lápices, crayones, marcadores, bolígrafos, bloques y/o estampas de letras, pizarritas, papeles, una computadora, si es posible, entre otros útiles. Todo esto les provee la oportunidad de jugar y manipular diversos materiales de escritura.
  3. un espacio para ubicar recursos auditivos y fomentar el escuchar. Puedes incluir un tocadiscos o incluso una casetera (si aún hay algunas por allí) con audio-libros para que los estudiantes puedan acudir a ellos y escuchar los libros leídos en voz alta. Otra idea para enriquecer el área sería añadir un celular viejo con grabaciones caseras del audio de lecturas en voz alta realizadas por ti o por familiares de tus estudiantes.
  4. un espacio que refuerce las interacciones sociales, y a su vez apoye el proceso de hablar. Es importante que los chicos puedan interactuar unos con otros y hacer uso del vocabulario trabajado en clase. ¡Se habla en todas partes! Por lo tanto, si puedes diseñar un área de juego dedicada al teatro o puestas en escena, sería ideal para continuar fomentando este proceso, particularmente en Kindergarten. En grados más avanzados puedes ambientar con diversos objetos alusivos a distintos temas. Por ejemplo, puedes elaborar un mini consultorio si trabajas el cuerpo humano; un jardín natural o artificial para abordar el tema de la naturaleza, un observatorio espacial para explorar los planetas, entre muchos otros.

Utiliza el siguiente recurso para crear un croquis virtual de tu salón. Sin duda alguna, te permitirá repensar tus espacios y organizarlos de nuevas maneras.

 

 

 

Referencias:

Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. (2019). How do I set up my classroom? A quick guide for teachers. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/pdf/How-Do-I-Set-Up-My-Classroom.pdf

Guardino, C., & Antia, S. D. (2012). Modifying the classroom environment to increase engagement and decrease disruption with students who are deaf or hard of hearing. Journal of Deaf Studies and Deaf Education, 17(4), 518-533.

Habaci, I., Aka, F., Habaci, M., Adiguzelli, F., & Kurt, S. (2013). The Role of the Organization of the Physical Environment of the Classroom in Education and Teaching. US-China Education Review, 580.

Sáez Vega, R., Cintrón de Esteves, C., Rivera Viera, D., Guerra, C., Ojeda, M. (1999). Al son de los tiempos: Procesos y prácticas de la lectoescritura. Santo Domingo: Editora Centenario.

 

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